EL FIN DE LAS BOLSAS DE PLÁSTICO

    El alto impacto ambiental de las bolsas de plástico, cuya producción requiere grandes cantidades de energía por estar compuestas de sustancias derivadas del petróleo, ha llevado a varios países a decretar sus sustitución por otras biodegradables, a cobrarlas, e incluso a prohibirlas.
    Con la nueva Ley de Residuos se traspondrá la Directiva Europea a la normativa española; se establece un calendario de sustitución de las bolsas comerciales de un solo uso, de forma que el 60% se sustituyan por biodegradables antes de 2013, y queden suprimidas de forma definitiva en 2018.
     No sólo es importante dejar de utilizarlas porque nos obligue la normativa; ésta se ha creado por la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente.


     Consumimos entre 500 billones y un trillón de bolsas de plástico al año en el mundo, y la mayor parte de ellas se desechan y terminan en el océano.
     Todos hemos visto imágenes de animales afectados por las bolsas de plástico; pero no es sólo eso, es necesario para cuidar nuestro planeta descender los niveles de gasto de energía y sustituir el uso del petróleo en la medida de lo posible.

    Es obligación de todos nosotros buscar soluciones para mejorar nuestro entorno. No sólo es necesario prohibir las cosas, sino educarnos y concienciarnos de las consecuencias que tienen las cosas que hacemos, fundamentalmente las que se hacen de forma cotidiana.
    MICROMERCA LA FONTANA ha empezado a utilizar bolsas biodegradables, pero está en todos nosotros el cambiar el futuro que nos espera.
     El uso de bolsas de papel, ocasionan otros problemas ecológicos como la tala de árboles o la deforestación.
     ¿Soluciones?
     Lleva tu propia bolsa de tela!!
   Haciendo esto, se pueden ahorrar hasta seis bolsas a la semana, es decir, 25 bolsas al mes, y por tanto 260 bolsas al año.
      Teniendo en cuenta que se considera que cada uno utilizamos unas 238 bolsas de plástico al año en España, no te parece un gran ahorro?
      Sólo hay que comprar una bolsa de tela y acostumbrarse a llevarla en el bolso; no es mucho esfuerzo para la compensación que tiene.



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